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Ayer han llegado los lobatos al campamento. ¡Qué alegría!, ¡Qué alboroto!, ¿Qué es eso que se ve venir a lo lejos? ¡Es un nubarrón de los buenos!, ¡Akela, está lloviendo!…

Dentro de lo malo, lo que tenía que llover lo ha hecho durante la noche. Pero qué manera de llover. No os preocupéis, que somos gente recia y bien preparada (de algo tiene que servir todo lo que aprendemos durante el curso), y hemos superado el frente lluvioso con las tiendas de campaña perfectamente secas por dentro. Y aunque por la mañana aún ha caído alguna gota despistada, el resto del día ha estado casi despejado de nubes.

Así que ¡bienvenidas las manadas! y ¡esperamos que no llueva más!

Así tomaban posesión de sus cubiles:

Lobatos recién llegados a su cubil
Lobatas en su cubil
Viejas lobas organizándose

Y, como podéis ver, por la mañana estábamos felices, contentos y protegidos por si acaso:

Mientras tanto, las guías de la compañía y los scouts de la tropa estos días atrás han estado explorando pueblos de la zona, conociendo sus costumbres, monumentos, gastronomía…

Los scouts han tenido unas competidas olimpiadas a lo largo del día de hoy. Ya véis que a primera hora aún estábamos algo preocupados por si volvía a llover, pero en realidad nos hemos acabado quitando chubasqueros al poco rato (cuando ha tocado ponerse a correr como si no hubiera un mañana… jejeje).

Patrulla Ciervo preparando su cuadriga para las olimpiadas
Patrulla Oso preparando su cuádriga para las olimpiadas

Las guías también han tendido estos días atrás sus olimpiadas. Con un montón de pruebas de agilidad, fuerza, resistencia… aquí una muestra:

Bolos celtas… o algo así…

También hay tiempo para aprender y reflexionar. Las jefas aprovechan algunos ratitos para transmitir conocimiento y experiencias que puedan ayudar a entender cómo ser mejores personas (¡y santas! que es lo verdaderamente importante).

Hablando de santidad, como tenemos la inmensa suerte de tener al padre Arturo con nosotros, testigo de Cristo en el campamento, aprovechamos para tener también momentos intensos de oración y adoración. Ayer noche, antes de que empezara a caer la del pulpo, la tropa tuvo una adoración al Santísimo antes de ir a descansar.

Bueno, reconozco que la foto no es gran cosa… pero de verdad que estos momentos son auténticamente especiales e impactantes.

Ah, y hoy, domingo, por la tarde hemos tenido misa todo el grupo juntos.

Menudo mensaje bueno nos ha transmitido el padre Arturo en la homilía: La mejor parte se la llevó María, la hermana de Marta, al quedarse a los piés del Señor escuchándole y acompañándole… Para un scout o una guía que está todo el rato pensando en hacer cosas… como Marta… pues no es suficiente, hay que aprovechar que tenemos al Señor en el sagrario campamentil.

Y poco más. Bueno, en realidad están pasando cosas a cada momento, pero no acabaría de escribir y me están llamando ya a cenar.

Seguimos todos bien. Aunque… ayer fuimos al hospital de Lugo con un scout que tuvo una caída algo aparatosa y le dolía el hombro. Al final, después de radiografías y otras pruebas nos dijeron que estaba todo bien y que solo necesitaba bajar el ritmo físico y no forzar el brazo. Genial. Si no os ha llamado Iago o Manu para dar más detalles no es vuestro hijo… jejeje.

Y tenemos a otro scout que necesita un poco de mimos porque ha cogido frío por la noche. Todo dentro de lo normal y controlable. Esta noche duerme en la casa, que está más calentita, y mañana estará como nuevo.

Los jefes seguimos a tope. Como dice alguno de los más mayores y experimentados «con cansancio del bueno: del que aunque te cansa el cuerpo te anima el corazón». Rezad por nosotros para que el Señor nos guíe y sostenga estos próximos días, que prometen ser bien intensos.