Los días 21, 22 y 23 de diciembre los clanes interjefes y piloto y los fuegos interjefas y piloto se fueron al monasterio de las Hermanas de María Stella Matutina, en Almonacid de Toledo. Allí tuvieron diversas actividades, muchas centradas en realizar un retiro espiritual para descansar cerca de Dios.
El día de la llegada, después de la misa con las Hermanas, se montaron las tiendas. Hubo algunas dificultades debido al fuerte viento, ya que las tiendas se soltaban.
Después se dividieron por equipos según los clanes y fuegos para realizar diversos servicios a la comunidad de hermanas. Entre estos servicios se encontraba la limpieza del templo, el arreglo de mobiliario, quitar malas hierbas, arreglar plantas exteriores o ayuda con la recolecta y la preparación de frutas y verduras.
Después de la comida se preparó un café donde Héctor, el consiliario religioso, habló de temas para reflexionar relacionados con nuestra vida como Scouts y Guías. Tras un tiempo de puesta en común en grupos tuvo lugar una charla con dos Hermanas que explicaron en que consistía su labor, para a continuación tener un rato de oración.
Después de la cena se reunieron en el templo para tener una velada coral, donde se enseñaron distintas canciones con varias voces y se ensayaron.
El día siguiente se comenzó con el rezo del rosario, para tener después misa con las hermanas. A continuación hubo tiempo de equipos en el que se terminaron programaciones, entre otras cosas. Después de la comida tuvo lugar un juego de orientación por la zona, en el cual había que llegar a unas balizas en un tiempo determinado. Después de eso, y de rezar vísperas con las Hermanas, se presentó la actividad a Lourdes que tendrá lugar este verano, en la cual los clanes y fuegos de Toledo peregrinarán al santuario para realizar finalmente un servicio allí.
Después de la cena hubo otra velada coral, en la que se enseñaron nuevas canciones y se ensayaron junto con las ha aprendidas.
Durante esa noche se expuso al Santísimo y se hicieron turnos para estar con él, por lo que durante toda esa noche muchos pasaron por allí a acompañar al Señor.
El último día, después de la misa con las hermanas, se hizo un juego de cocina en el que por equipos se realizaron distintos aperitivos. Estos se tomaron después de una charla con las hermanas, donde explicaron más en profundidad cuál es su labor y cómo es su vida en el monasterio.
Una vez finalizado el ágape con los aperitivos del juego, y ya recogido y limpiado todo, se dio por concluida la actividad.
Texto: Esther Campoy
Fotos: David Yañez, Alejandro Gómez, Raquel Campoy y Esther Campoy