Bitácora de campamento – Capítulo 13: Fiesta vespertina

Hoy ha sido otro día intenso en el campamento, con las cuatro unidades (manada de lobatos, manada de lobatas, tropa de scouts y compañía de guías) a pleno rendimiento.

Las lobatas han aprovechado el solecito mañanero para poner a prueba su ingenio y lograr rescatar a Mowgli y superar diferentes desafíos.

Las guías han regresado de su gran juego felices y contentas, disfrutando de los hermosos paisajes de estas tierras.

Por su parte los scouts han tenido también una jornada de juegos por la mañana y han iniciado la Corte de Honor de final de campamento por la tarde. La Corte de Honor es la reunión en la que el Jefe de Tropa con sus Jefes de Patrulla hacen balance del curso y campamento, definen los objetivos del curso y campamento que viene y ayudan a cada scout a hacer a nivel personal también un balance y propuesta de progresión.

Los lobatos han tenido también juegos por la mañana y parte de la tarde, y luego han tenido una ceremonia muy importante: cuatro hermanitos han hecho la promesa y otros tres han recibido insignias de especialidades por las que se les reconoce que han adquirido nuevas capacidades técnicas para servir y ayudar mejor a los demás:

Y al atardecer, después de misa ha habido celebraciones especiales. Las manadas han tenido lo que llaman «festín de Sahi» (una cena especial, festiva, con un montón de juegos y bromas, en las que además se utilizan algunas de las manualidades que han ido haciendo los lobatos a lo largo de estos días.

Las guías de la compañía también han tenido una cena especial festiva. Y los scouts… a su manera… pues también… bueno, es que a estos chicos aguerridos y valientes lo de las cenas festivas no les dice gran cosa. Ellos han tenido un simulacro sorpresa de evacuación a media noche, con varias pruebas usando morse luminoso como medio de comunicación. O lo han hecho muy bien o yo estoy tremendamente cansando… ni me he enterado del trajín que han tenido a esas horas, a pesar de que por lo visto han pasado cerca de mi tienda de campaña.

Bueno, pues así ha pasado el penúltimo día de campamento. Seguimos todos bien. Los del centro de salud de Sarria, afortunadamente, ya deben haberse olvidado de nosotros. Sigue sin llover y con buena temperatura.

Y una última anécdota. Los scouts de la patrulla oso han descubierto que con buenas maneras y cuidando los detalles, las intendentes del campamento son más receptivas a sus solicitudes de más comida (¡cómo comen los angelitos!). Así vienen a recoger la comida…