¡Aleluya! La temperatura empieza a ser la «normal» en esta época del año. Han debido cerrar la puerta del horno en Samos y por fin podemos jugar y trabajar sin empaparnos la camiseta a los dos segundos.
El campamento va tomando «velocidad de crucero», y todo empieza a tener su sitio, ya no hay que estar repitiendo constantemente el horario, cada cual sabe lo que le toca hacer en cada momento y los rincones de cada patrulla van tomando forma.
Os dejo unas cuantas fotos del orgullo de las guías y los scouts: las construcciones de sus rincones. Aún les queda un día más para finalizar, pero más o menos se ve cómo van a quedar:
También hemos empezado a disfrutar al final del día la velada antes de irnos a dormir. Tenemos un buen número de órdenes de caballeros en la tropa y unas cuantas agencias de espías en la compañía… Ya os iré contando la trama de sus aventuras.
Pero aún nos queda un poco más de coordinación… Espera, espera ¿habéis oído eso? Alguien está tocando el cuerno… Voy a ver qué pasa.
A ver, ya. No es ninguna emergencia. Por lo visto a la patrulla Zorro le está costando llegar puntual a las diferentes actividades, y les han nombrado relojeros oficiales del campamento: tienen que tocar el cuerno cada hora en punto y así ayudarnos/ayudarse a saber qué hora es en cada momento y no llegar tarde nunca más. Qué cosas tienen estos jóvenes scouts.
Bueno, sigo contándoos: Que seguimos bien, el corte en el dedo del piloto que tuvimos que llevar a Sarria evoluciona adecuadamente y hoy le vuelven a ver en el centro de salud para asegurarse. Ah, claro, los pilotos han partido hoy del campamento rumbo a Santiago. Hemos hecho una oración a primera hora antes de su marcha para encomendarles.
Y nuestras chicas del fuego, después de tener que hacer algunos reajustes en sus planes, continúan avanzando también hacia la tumba del Apóstol en Compostela, alternando ruta con momentos de formación, oración, juego y convivencia.
Comemos bien (para muestra os dejo el plan de hoy), en unos días será el concurso de cocina de las guías y ya os daremos buena cuenta de sus creaciones culinarias.
(A ver si adivináis con qué ingrediente se nos ha ido la mano y nos sobra a raudales… jejeje).
Y termino ya, que me voy a por el jersey, que me estoy quedando un poco frío (¡por fin!) mientras os escribo esto.